Los jóvenes inmersos en la era digital se adaptan a las nuevas metodologías tecnológicas sin demasiados problemas. Internet se ha convertido en un recurso muy útil para muchos ámbitos, incluido el educativo.
Por tanto, cuando se enfrentan en las aulas con el reto de elaborar blogs como parte del trabajo práctico de una asignatura se muestran entusiasmados, asegura Tíscar Lara (blogger, periodista y profesora universitaria) “ya que conectan con su interés por Internet y el lenguaje digital”.
Los estudiantes que hasta ahora eran sujetos pasivos en el proceso de aprendizaje, se convierten gracias a los blogfolios o los eduwikis, en verdaderos protagonistas del asunto. “Cuando empiezan a publicar se hacen conscientes de la libertad que supone tener un medio de estas características (multimedia, personal e interactivo) y experimentan con lo que supone la responsabilidad de asumir sus propias palabras y actos de un medio abierto” sostiene Lara.
Además está el tema de la relación entre las dos figuras hasta ahora antagonistas en el proceso de aprendizaje. Tíscar Lara cree que “con los proyectos de blogs aplicados a la educación, se construyen fuertes vínculos entre profesores y alumnos, así como entre los propios alumnos”.
Según destaca Lara, este tipo de herramientas tienen “un componente muy interesante que es la exposición pública del alumno a un entorno potencial de intereses, tanto profesionales como personales”. El hecho de que sean publicados en la Red fomenta un sentimiento de responsabilidad que estimula para la actualización periódica de contenidos.
Asimismo, otro factor que resalta la periodista y blogger, es que “el carácter público hace que se cuiden más los trabajos y los detalles de lo que el alumno va construyendo a partir de su aprendizaje”
El estudiante además se vuelve crítico de sí mismo y evalúa sus contenidos y los contrasta con otros publicados en otros blogs, aprovecha otros puntos de vista y los valora y utiliza recursos que otros autores manejan. Es una forma de construir una identidad propia.
Por otro lado, la autocrítica estimula la creación de ‘posts’ de mayor calidad, lo que complica más las cosas a los docentes para evaluar los blogs de los alumnos. Tíscar Lara destaca que, en su caso particular, ella utiliza como método para evaluar los “viejos criterios periodísticos” adaptados al nuevo medio como pueden ser “la forma de cubrir un tema desde un punto de vista periodístico, la utilización de distintas fuentes de información y cómo se referencian, la frecuencia, el estilo, la corrección gramatical, la integración de elementos multimedia, la relación con otros blogs, la forma de relacionarse con los comentarios de su blog, etc.”
Asimismo cabe destacar que gracias a la utilización de los blogs en el ámbito académico genera una ingente cantidad de contenidos de calidad. Muchos blogs que nacen como tarea obligatoria de una determinada asignatura son abandonados cuando finaliza el curso, pero otros pocos permanecen en el tiempo, actualizándose periódicamente.
El alumno se ha acostumbrado a lo largo del año a una rutina de búsqueda de información, elaboración del post y publicación. Si el trabajo ha sido satisfactorio, y en la mayoría de los casos lo es, el estudiante seguirá publicando en ese o en otro blog personal sobre temas sobre los que está interesado, relacionándose con gente con los mismos intereses y aprendiendo cada día sobre los avances de la blogosfera.
